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Hace unas semanas escribí un post sobre las verdades detrás de una tusa, en el que hablaba de las cosas que hacemos las mujeres cuando estamos entusadas. La mayoría de las situaciones nos dejaban ver desde otra perspectiva, lo locas que podemos llegar a ser mientras pasamos por ese momento.
Sin embargo anoche mientras veía la película That Awkward Moment o Las Novias de Mis Amigos, me di cuenta que los hombres también pasan por esto, obviamente ellos no lo demuestran como nosotras y no llegan a un nivel de locura tan alto, pero de que les da, ¡les da!. Así que básicamente decidí escribir este post, para que las mujeres empecemos a entender que cuando termina una relación, no somos las únicas que sufrimos, ni que creemos estar al borde de la muerte por pena moral o existencial. Y por otro lado, para que los hombres que leen esto, hagan memoria de si han hecho alguna de estas cosas mientras están entusados. Pero sin más preámbulos empecemos…
Aunque no lo crean algunos hombres también se enamoran, pero al principio no lo van a admitir, pueden pasarle un montacargas por encima del dedo gordo del pie pero no van a decir absolutamente nada, es más, frente a sus amigos se convertirán en los mejores actores del mundo, dignos de un Oscar. Si la vieja lo llama mientras esta con ellos, el simplemente hará como que la cosa no es con él, se hará el difícil para que crean que la tiene dominada y a la final asegurará que la vieja es una intensa y que solo la tiene por el ratico. Sin embargo la realidad es que se emocionan cada vez que ella los llama y se desesperan cuando no lo hacen. Disfrutan de su compañía y se sienten mal cuando no están con ellas. Claro está que a ellas tampoco le van decir lo que sienten, tal vez cuando ya estén juntos y lleven un tiempo prudencial lo escucharan decir un te quiero y en casos más extremos un te amo. Pero también hay casos donde se guardan sus sentimientos y no admiten nada profundo, quizá uno que otro cariñito pero nada que lo comprometa del todo.
Ahora bien, cuando la cosa llega a su final ellos sacan sus dotes de actor y hacen como si no hubiese pasado nada, mientras que las mujeres entramos en shock y exorcizamos nuestros demonios llorando hasta que no podemos más, o por lo menos eso es lo que se ve a simple vista se ve, sin embargo la realidad es diferente y para que la entiendan mejor les voy a contar una historia:
Siniberto y Disney Dayana fueron novios por casi 8 meses, Disney amaba a Siniberto con todo su corazón y en silencio Siniberto hacia lo mismo. Para el séptimo mes las cosas entre los dos no estaban muy bien que digamos y resultaban peleando cada vez que se veían, de modo que antes de cumplir un mes más juntos, tomaron la decisión de dejar las cosas así. La pobre Disney tuvo que soportar una tusa tremenda, aburrió a sus amigas con sus lloriqueos todos los días, salió a bailar un par de veces pero ambas veces se emborracho y resulto llamando a las 3 de la mañana a Siniberto para decirle que lo extrañaba y lo amaba todavía, además de otras locuras que ya todos conocemos.
Por su parte Siniberto actúo como si nada y siguió con su vida tal cual, salió a parrandear, se fue de paseo con sus amigos y conoció a Yuyeimi con quien salió algunos días, pero luego conoció a Nayibe con la que salió otras semanas. Así pasaron los días, Disney sumergida en un mar de llanto y Siniberto disfrutando de su vida como si nada.
(Dos meses después) Disney había superado su tusa, era feliz y para demostrarlo se hizo un cambio de look que la dejo más mamacita que nunca y para celebrarlo decidió salir de parranda con sus amigas. Por su lado Siniberto se estaba empezando a sentir mal, sentía que algo le faltaba y aunque le costaba reconocerlo extrañaba las llamadas que le hacía Disney a media noche. Sin embargo decidió dejar la pendejada atrás y salió de parranda con sus amigos el Brayan y el Deivi, quienes lo llevaron de “levante”, ya que la cosa con Nayibe y Yuyeimi, no había funcionado. Casualmente Disney había ido con sus amigas al mismo sitio que Siniberto y en un momento de la noche se encontraron frente a frente, se miraron a los ojos y pasó lo que tenía que pasar… (No se emocionen).
Disney, quien ya había superado su tusa, lo vio más gordo, más feo y hasta noto que se estaba quedando calvo. Pero Siniberto la vio deslumbrante, feliz y recordó porque había salido con ella, así que decidió acercarse para recuperarla. Lo que no sabía es que Disney ya no lo quería y por el contrario estaba en conversaciones con otro tipo. El pobre Siniberto casi en cámara lenta sintió como su corazón se rompía, por lo que se alejó y se emborracho hasta perder la conciencia.
Esto mismo lo siguió haciendo por unas cuantas semanas, se alejó un poco de sus amigos para que no vieran lo mal que estaba, intento salir con Yuyeimi otra vez, pero cada vez que llegaba el momento de hacer el “amort” no podía sacarse de la cabeza a Disney. Luego de unos días le empezó a stalkear el Facebook de Disney, estaba pendiente de sus estados, de las fotos que subía o en las que aparecía etiquetada, criticaba a todos los tipos que aparecían con ella en las fotos y por supuesto stalkeaba los perfiles de ellos y luego de ver por varias horas lo feliz que era ella entraba en un estado de tristeza absoluta lo cual lo llevaba a emborracharse nuevamente o en su defecto a encerrarse en su casa, en compañía de la saga de Rambo, Rocky, Terminator o hasta Dragon Ball, mientras se va engordando a punta de papitas, hamburguesas, empanadas, o quien quita, hasta con helado. Siniberto día a día sigue esperando que Disney Dayana aparezca por la puerta de su casa y le pida perdón, porque para ellos, a la final ella fue la que la embarró. FIN.
Triste historia lo sé, pero entonces la moraleja de la historia es:
La tusa de los hombres inicia cuando acaba la de las mujeres.
Entre más mamacita este usted, más duro va a ser la tusa para ellos.
Si la ven feliz, querrán que vuelva a su lado, para este caso aplica un poco eso de “si no es mía no es de nadie”.
Buscaran cualquier excusa para hablarle, y si no la encuentran le stalkearán sus cuentas en redes sociales hasta el cansancio.
Su forma de expresar su dolor es emborrachándose cada fin de semana y encerrándose a ver sagas de películas o series de acción, es decir todo lo opuesto a nuestras acostumbradas chick flicks.
Ellos también tienen un lado Bridget Jones.
Y por último… amiga, si pensó que era la única que sufría, está científicamente comprobado que no es así.